DIBUJAR LA NADA Y SUS DIFICULTADES

    Todos tenemos el mismo punto de partida. Somos creados en el vientre de nuestras madres y entonces nacemos. Después, tomamos caminos distintos que configuran nuestra identidad y percepción del mundo que nos rodea. Aún así creo que a lo largo de la vida, todos tocamos la misma melodía, pero cada uno con nuestro propio instrumento.

    Por ejemplo, tú que estás leyendo, es muy probable que hayas ido al colegio. A mi me enseñaron muchas cosas, desde lengua, dibujo, música, mates, historia, física, química... pero lo gracioso es que en mi primer y reciente contacto con la universidad, me encuentro con que no sé qué hacer cuando nos piden que dibujemos nada sobre el papel.

    Es curioso cómo nos bloqueamos a veces con cosas aparentemente simples, aunque esto no pienso que lo sea. De hecho era la primera vez que hacía algo así, pero me resulta interesante y me abre paso a una nueva forma de experimentación.

   Aprender a dibujar nada es probar, equivocarse, hacerse preguntas y estar concentrado. Porque ahí todo lo demás desaparece y te centras únicamente en la obra, y es muy gratificante si lo consigues.

    No sé si lo he conseguido expresar de la forma correcta, aunque creo que es más sencillo que cada uno lo pruebe por uno mismo. Solo espero seguir aprendiendo y dejándome sorprender por lo que tenga que venir. Así que ahora, a colonizar el papel, si es que no te coloniza él antes a ti.

 



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