189 HORAS
Ocho días, 189 horas, 11 340 minutos, 680 400 segundos, como prefieras. Por si no lo adivinas, es el tiempo que queda para que termine el primer cuatrimestre mientras escribo esta entrada.
Si hubiese escrito esta entrada el viernes, habría tenido un tono más optimista. Fue cuando hicimos la exposición del deconstructivismo.
(Selfie pospresentación con Rachel y Andrea)
Ese día acabé contentísimo, porque fuimos capaces de sacar la presentación adelante después de tantas dudas y dificultades. Y además recibimos muy buen feedback por parte de todos, lo que me hizo muy feliz.
Ese mismo día Paco nos estuvo enseñando dibujos de perspectivas de otros años, y me llenaron de inspiración y admiración a la vez. Eran flipantes los resultados que habían obtenido alumnos de otros años, estoy seguro que con mucho esfuerzo. Y me propuse currármelo para hacer buenas perspectivas yo también (y de paso salvar la asignatura que no estaría de más). La cosa es que ya es domingo, he ido dos veces al Distrito y he hecho seis (y solo tres en mugruza). Estoy mejorando pero tardo demasiado en hacer los dibujos.
Y esta es la razón por la que los viernes son mi día favorito. Porque todavía no existe la opción de cagarla y que no me de tiempo a hacer lo que tenga que hacer. Pero ya han pasado dos días y no he avanzado especialmente con todo lo que hay por hacer. Necesito darle al botón de reset y volver a empezar de cero, un nuevo cuatri teniendo ya en cuenta todo lo que he acumulado de experiencia con este primero. Necesito que pasen ya los ocho días, 189 horas, 11 340 minutos, 680 400 segundos, como prefieras.
Es la sensación que tienes al pensar: "si pudiese volver a empezar, haría las cosas de otra manera y mucho mejor". Una pena que eso solo sea posible en Pokemon y esas cosas.
PD: Os dejo un par de canciones que he vuelto a escuchar después de mucho tiempo que me animan durante unos minutos el día.
Comentarios
Publicar un comentario