SEGUNDA DERIVADA IGUAL A CERO
Me vienen recuerdos. Recuerdos de DAI1. Momentos que hicieron sentirme como estos días. Sentimientos que van y vienen, con mayor o menor intensidad.
Fechas concretas, con eventos necesarios. Charlas cargadas de inspiración y epicidad, sucedidas por otras teñidas de desazón y reproche.
Una funcion que crece y decrece, con máximos, mínimos y puntos de inflexión que culminan con un final feliz como si de una historia de aventuras se tratase.
Vivimos la secuela de una obra que no defrauda los valores ni el hilo conductor de la primera, conservando la esencia del camino que ya hemos transitado.
Pero esta historia está siendo escrita ahora, mientras presiono cada una de estas teclas. Todavía queda inspiración, epicidad, desazón, reproche, aventuras y ese final que llegará más pronto de lo que imaginamos.
Situados en un punto de inflexión, este 26 de febrero y esta entrega nos proponen una cosa: decidir cúal queremos que sea nuestro siguiente paso. Por lo que decido seguir caminando para cambiar mi propio destino.
¿Qué dramático no? Pues es lo que dejé escrito en borrador antes de la clase de hoy, y cómo se nota que en estos momentos que me siento con la espalda contra la pared me sale esa faceta más poética e histriónica. De verdad que me sentía inseguro con el trabajo de esta semana, hasta el punto de hablar con los profes y pseudo-profes como si se estuviera derrumbando el mundo o algo. Pero a la vez en mi grupo ha ocurrido un fenómeno muy curioso que es el contraste entre las personalidades de cada uno. Y es que no podía parar de quedarme flipado por el tremendo papel de Víctor vendiendo su producto, ya que si no proteges tú el niño que has criado nadie lo hará por ti, como bien me indicaba horas antes. Y ya no solo eso sino la convicción, ese estado impasible y seguridad, dando los pasos firmes y sin miedo. Tengo claro que lo voy a poner de contraseña de wifi, cerradura de mi casa y pin del móvil y tarjeta del banco.
A pesar de decir en algunos comentarios que trabajar en grupos sea difícil, me alegro un montón de haber estado con este grupo. He sentido un choque entre mi forma de trabajar y la del conjunto, y aunque piense que la suma de 1+1 haya tenido más rigor matemático que metafórico, es algo de lo que he aprendido. No solo a la hora de ejecución sino también de evaluación. Desde mi punto de vista el trabajo dejaba que desear en algunos aspectos generales y eso me hacía sentir acomplejado del mismo, pero desde perspectivas distintas como la de Víctor, estoy seguro de que sabía que tenía errores, pero eso no le impidió exponer con esa seguridad de la que hablaba antes, haciendo justicia del tiempo y esfuerzo dedicado, cualidad que aplaudo con las orejas como dice Álvaro.
Por lo que tras el análisis de esta primera entrega viene la corrección y mejora de lo que ya teníamos, y explotar el potencial de lo que ya tenemos como si de una yema de huevo entera en la boca se tratase. Pero tampoco es plan de vender la piel del oso antes de cazarlo.
Digo yo vamos.
chapo
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